jueves, 28 de abril de 2016

Reflexión bloque 4





Cada vez estoy mas sorprendida de todo los conocimientos adquiridos durante este curso, superarme  aprendiendo a utilizar diferentes herramientas electrónicas, volver a estudiar diferentes temáticas, investigar, leer, “conocer” nuevas personas, etc. Este bloque en especial me deja una gran satisfacción:

Conocimiento de las enfermedades que tienen relación con la alimentación, que de no ser cuidadoso se puede caer en una de ellas al menor descuido.
El sobre peso y la obesidad que tanto esta atacando a la población estudiantil a nivel mundial, así como los trastornos de conducta alimentaría ya que los adolescentes en esta etapa tienden a buscar su propia identidad, algunos con problemas de estima piensan que estando muy delgados pueden ser aceptados por un grupo, tanto que podrían estar dispuestos a dejar de comer.

Ha sido muy importante en este bloque el tema de las intolerancias alimentarías y las alergias, comprendo se debe identificar si ere alérgico y a que lo eres para  evitar consumir productos que contengan dicho alimento que te provoca alergia o intolerancia, cuando os niños están pequeños este compromiso es de los padres, saber que dar de comer a sus hijos y dar a conocer en los centros donde estudia el niño esta dificultad.
Como educadores pienso que debemos trabajar en el tema de la alimentación y nutrición saludable para tener una población de estudiantes mas sana.

La actividad 4.1 la trabajaría con los estudiantes de noveno grado, en la materia de teatro en coordinación con la materia de ciencias, con el objetivo de conocer las diferentes enfermedades relacionadas con la alimentación.
  1. Simular escenario de un restaurante donde un grupo de estudiantes serán los meseros estos deberán conocer el menú del día y los platillos que contengan alimentos que pueden causar alergias o intolerancias para explicárselo a los clientes.
  2. Oto grupo de estudiantes serán los chef encargados de preparar los alimentos (con anticipación los elaboran con ayuda de sus padres en casa y los traen al colegio, para ser servidos aquí) Cuidando los ingredientes que utilizaran y el proceso culinario que desarrollarán en la cocina para aquella clientela que tenga dificultades con las alergias o intolerancias. Deberán explicar a los compañeros del grupo 1 (meseros) los ingredientes utilizados.
  3. Grupo de los clientes o consumidores. Encargados de repartirse entre ellos los diferentes roles: uno hará el rol de cliente con intolerancia a la lactosa, deberá tener cuidado con lo que ordena, pedirá información a los meseros. Otro en el rol de cliente con alergia a los mariscos, otro con el rol de cliente con alergia a los frutos secos, etc. Así hasta repartir todos los papeles de las diferentes enfermedades relacionadas con la alimentación.
  4. Se hará una valoración y resumen de lo aprendido durante la dramatización.


La actividad 4.3 la trabajaría con los estudiantes de segundo año de bachillerato, en la materia de laboratorio de informática, con el objetivo de conocer los mitos y realidades sobre la alimentación.
Se les pedirá a los estudiantes investigar en diferentes sitios de Internet los mitos sobre al alimentación pero además la realidad de ese mito. Al tener la información beberán crear un blog donde publicaran la información que se les solicito y enviar la dirección electrónica del blog a su maestra coordinadora de la materia.
Durante la clase se realizara una reflexión sobre los mitos que mas llamaron la atención.

miércoles, 27 de abril de 2016

Alergias

25. Alergia a pescados y mariscos

Dra. Ana Fiandor Román
Médico especialista en Alergología. Servicio de Alergia del Hospital Universitario La Paz, Madrid
¿Qué es el pescado?
El término pescado se aplica a los peces que han sido sacados del agua para su utilización como alimento.
Los peces son animales vertebrados acuáticos, normalmente de sangre fría, que respiran a través de las branquias y nadan gracias a sus aletas. Pueden ser de agua dulce o salada, y se encuentran en ríos, lagos, mares, océanos y en todo tipo de climas. Los peces constituyen el grupo más grande de los animales vertebrados (véase tabla 1). Existen más de veinte mil especies, el 40% de ellas vive en agua dulce y el resto en los mares. Sólo algunas especies como los salmones o las anguilas son capaces de pasar de un medio a otro.
Los peces se clasifican en tres grandes grupos (clases): peces óseos, peces cartilaginosos y peces sin mandíbula.
  • Los peces óseos (osteictios) tienen esqueleto formado por huesos, y constituyen el grupo más numeroso. La mayoría de los peces comestibles pertenecen a este grupo (véase tabla 2).
  • Los peces cartilaginosos (condrictios) tienen el esqueleto de cartílago, un material resistente y flexible, aunque menos duradero que los huesos.
  • Los peces sin mandíbula (agnatos) son los más primitivos y se caracterizan por no tener mandíbula.
¿Qué es la alergia al pescado?
La alergia al pescado es una reacción adversa, mediada por un mecanismo inmunológico, frente a algunas proteínas de este alimento. Se trata de una respuesta del sistema inmunitario frente a un alimento normalmente inofensivo. Habitualmente, esta respuesta inmunológica está mediada por anticuerpos de la clase IgE, específicos para el pescado.
En otras ocasiones, aunque mucho menos frecuentemente, el paciente presenta reacciones probablemente inmunológicas pero sin participación de la IgE. El cuadro clínico aparece 60-90 minutos después de la ingestión de pescado y está caracterizado por vómitos repetidos e incoercibles, que a veces se acompañan de diarrea y de afectación del estado general, con distensión abdominal e hipotensión, que cede lentamente a lo largo de varias horas.
Los pescados también pueden causar reacciones adversas no alérgicas, por mecanismos no inmunológicos, generalmente por la presencia en su carne de sustancias tóxicas. En este caso, la reacción se dará en cualquier persona que haya ingerido suficiente cantidad de pescado, sin necesidad de ser alérgica. En España la reacción tóxica más común es la intoxicación escombroide producida por pescados azules en mal estado, especialmente de la familia de los escombriformes (atún, bonito), que acumulan un exceso de histamina y sustancias similares, responsables de los síntomas. Tras la ingestión del pescado aparecen manchas rojas y calor en la cara, junto con diarrea, dolor de estómago, náuseas y dolor de cabeza.
TABLA 1. Clasificación de los animales
Superclases
Clases
Invertebrados
Poríperos

Celentéreos

Gusanos

Moluscos
  • Gasterópodos
  • Bivalvos
  • Cefalópodos
Equinodermos

Artrópodos
  • Insectos
  • Arácnidos
  • Crustáceos
  • Miriápodos
Vertebrados
Peces
  • Óseos
  • Cartilaginosos
  • Agnatos
Anfibios

Reptiles

Aves

Mamíferos
  • Carnívoros
  • Herbívoros
  • Voladores
  • Acuáticos
  • Primates
En otras ocasiones, el pescado puede estar infectado por parásitos y quien lo ingiere —y sólo si es alérgico a ese parásito—, desarrollará una reacción alérgica. Esto no le ocurrirá si consume posteriormente el mismo pescado sin parásitos. En la actualidad estas reacciones se deben generalmente a la larva de un parásito llamado Anisakis simplex.
¿Cuáles son los alérgenos del pescado?
En España, la mayoría de las reacciones alérgicas a pescados se produce por pescados gadiformes(merluza, bacaladilla) y pleuronectiformes(sobre todo, gallo). La alergia a escombriformes(atún bonito, caballa) y a xiphiidae (pez espada) es menos común, y algunos pacientes con alergia a otras familias de pescados pueden tolerarlos.
Los alérgenos principales del pescado son unas proteínas pertenecientes al grupo de las parvalbúminas que se encuentran en las células musculares de las diferentes especies de pescado. Son proteínas termoestables, es decir, resisten al calor y no se modifican al cocinarlas. Las parvalbúminas de las diferentes especies de pescado son muy similares, pero no son idénticas. Esta similitud explica que la mayoría de los pacientes alérgicos al pescado lo sean frente a diferentes especies de pescado a la vez. Las parvalbúminas mejor estudiadas son la del bacalao y la de la carpa. Los pescados escombriformes también tienen paravalbúmina, pero menos que los pescados de otros grupos, lo que explica que sean menos alergénicos.
También se han descrito otras proteínas, no parvalbúminas, que pueden actuar como alérgenos. Algunas de estas proteínas son específicas de especie (sólo las contiene una especie determinada) y las personas sensibilizadas a ellas pueden tolerar pescados de otros grupos.
La alergia al pescado es independiente de la alergia al marisco, aunque puede haber pacientes que presenten ambas a la vez. Esto, sin embargo, no es lo habitual.
¿Es frecuente la alergia al pescado?
El pescado es un alimento frecuentemente implicado en reacciones alérgicas en zonas de elevado consumo, como es el caso de España.
Las reacciones alérgicas al pescado surgen ya en los primeros años de vida, coincidiendo con la introducción del pescado en la dieta hacia el primer año de edad. En los niños pequeños es la tercera causa de alergia a alimentos, por detrás de la leche y del huevo; y es el alimento responsable en el 12-14% de los casos de alergia alimentaria en los adultos, en España.
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Las reacciones alérgicas al pescado surgen ya en los primeros años de vida, coincidiendo con la introducción del pescado en la dieta hacia el primer año de edad. (Créditos, F. 92)
La alergia causada por el pescado puede perdurar durante décadas o incluso toda la vida. Por ello, más de la mitad de las personas alérgicas a él son adultos y jóvenes mayores de 15 años, a diferencia de otros alimentos, como la leche y el huevo, que aparecen sobre todo en niños de menos de 5 años de edad.
¿Qué síntomas produce la alergia al pescado?
Las manifestaciones de la alergia al pescado son similares a las de otras alergias alimentarias. Los síntomas suelen aparecer inmediatamente después de su ingestión, casi siempre en el transcurso de los primeros 30-60 minutos.
Los síntomas más habituales son los cutáneos, generalmente picor y lesiones de la piel en forma de ronchas (urticaria) e hinchazón localizada (angioedema). También pueden aparecer síntomas digestivos (dolor abdominal, náuseas, vómitos, diarrea) y respiratorios (estornudos, moqueo, asma). En algunos casos, las reacciones que presenta el paciente pueden llegar a ser muy graves, con participación de varios órganos (anafilaxia) y riesgo de muerte. Los pacientes asmáticos tienen mayor riesgo de desarrollar reacciones graves.
Tabla 2. Clasificación de los peces
Peces óseos (osteictios)
Anguiliformes
Anguila
Congrio
Cupleiformes
Sardina
Boquerón
Salmoniformes
Salmón
Trucha
Gadiformes
Bacalao
Bacaladilla
Faneca
Merluza
Lophiiformes
Rape
Perciformes
Escombriformes: atún blanco, atún rojo, caballa
Xiphiidae: pez espada
Otras familias: lubina, salmonete, mero, besugo, breca, dorada, dentón, palometa, chicharro
Pleuronectiformes
Gallo
Rodaballo
Acedía
Lenguado
Scorpeniformes
Cabracho
Rubio
Peces cartilaginosos (condrictios)

Cazón
Raya
Peces sin mandíbula (agnatos)

Lamprea
La alergia al pescado también puede desencadenarse sin haber ingerido el pescado, ya sea por contacto o por inhalación. Cuando la reacción se desarrolla por contacto, casi siempre se manifiesta como urticaria. Algunos pacientes son tan sensibles que pueden desarrollar los síntomas cutáneos al permanecer en ambientes donde haya pescado, sin llegar a tocarlo.
La inhalación de vapores de pescado puede producir una crisis de asma, especialmente en pacientes muy sensibilizados y, sobre todo, si se trata de personas asmáticas.
¿Cómo se diagnostica la alergia al pescado?
La herramienta fundamental para el diagnóstico de las enfermedades alérgicas es la historia clínica. Una vez establecida la sospecha de alergia a un alimento determinado, se realizará el estudio complementario necesario para demostrar la existencia de anticuerpos IgE para ese alimento (pruebas cutáneas y pruebas de laboratorio).
Historia clínica: se recogerán todos los detalles que recuerde el paciente:
  • Número de reacciones presentadas, cuándo y en qué circunstancias.
  • Pescados responsables y forma de preparación, incluidos condimentos.
  • Otros alimentos ingeridos junto al pescado.
  • Período transcurrido entre la ingestión y la aparición de síntomas.
  • Síntomas e intensidad de los síntomas.
  • Tratamiento requerido y duración de las reacciones.
  • Existencia de síntomas tras el contacto o la exposición a vapores de pescado.
  • Tolerancia para otras especies de pescado antes y después de la última reacción.
Demostración de IgE específica: Deberá buscarse IgE específica frente a la especie sospechosa y frente a las de consumo habitual. Además, deberán estudiarse el Anisakis simplex y el marisco, ya que este último acompaña al pescado en muchas preparaciones culinarias y pueden ser los responsables de reacciones atribuidas erróneamente al pescado. La IgE se demuestra mediante pruebas cutáneas y pruebas en sangre.
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Anisakis simplex. (Créditos, F. 93)
  • Pruebas cutáneas: se realizan con extractos de pescado. En algunos casos, puede ser necesario utilizar el propio pescado. Éste es un método seguro, cómodo, económico y sensible para detectar la presencia de IgE específica.
  • IgE sérica específica: la IgE específica también puede demostrarse en la sangre de los pacientes. Es un método más caro y menos sensible que las pruebas cutáneas, pero ofrece información adicional que es útil en el seguimiento de la enfermedad.
Cuando el resultado del estudio no es concluyente, se realizan pruebas de exposición controlada. Estas pruebas consisten en la ingestión de cantidades crecientes y progresivas del alimento para comprobar si producen reacciones o si, por el contrario, el paciente lo tolera. Estas pruebas siempre se llevarán a cabo supervisadas por personal médico, especialmente preparado, y con los medios necesarios para tratar adecuadamente las posibles reacciones.
¿Cómo se trata la alergia al pescado?
El único tratamiento disponible en la actualidad es seguir una dieta exenta de los pescados responsables o sus derivados, y evitar además el contacto y la exposición a los vapores.
Los pacientes deben conocer las medidas de tratamiento necesarias, en caso de reacciones inesperadas, y deben llevar siempre consigo los medicamentos indicados por su alergólogo. En el caso de los niños, deberá instruirse a las personas encargadas de su cuidado (padres, cuidadores, maestros, etc.).
Para realizar correctamente la dieta, hay que tener en cuenta varias recomendaciones:
  • Leer cuidadosamente los ingredientes de todos los alimentos que vaya a tomar el paciente.
  • Privarse de alimentos que hayan sido fritos en aceite en el que, previamente, se haya cocinado pescado.
  • No consumir alimentos cocinados o manipulados con utensilios que hayan sido usados con anterioridad en la elaboración de platos con pescado, y que no se hayan lavado adecuadamente.
  • En el caso de pacientes muy sensibles, es imprescindible la utilización de utensilios de cocina y vajilla personales.
  • Extremar las precauciones cuando se vaya a un restaurante. Es recomendable evitar los de pescados y mariscos, porque hay un alto riesgo de contaminación por el contacto con mostradores, espátulas, aceite de cocina, freidoras o parrillas en las que habitualmente se prepara el pescado. Además, el ambiente de estos restaurantes está cargado de proteínas de pescado.
  • El pescado puede encontrarse en muchos alimentos: sopas, pizzas, paella, rollitos congelados de cangrejo y otros mariscos de imitación, salsa Worcestershire, ensalada César, caviar, animales alimentados con harinas de pescado, gelatinas, productos enriquecidos con vitaminas u omega 3 procedentes de aceite de pescados, harinas de pescado, o vinos y bebidas alcohólicas clarificadas con cola de pescado.
  • Los medicamentos y los cosméticos pueden ser también fuentes potenciales de alérgenos de pescado. Los complejos vitamínicos obtenidos de hígado de bacalao pueden contener proteínas alergénicas de pescado.
TABLA 3. Clasificación de los mariscos
Moluscos
Gasterópodos
Caracol de tierra
Lapa
Bígaro
Cañadilla
Bivalvos
Almeja
Mejillón
Vieira
Berberecho
Cefalópodos
Pulpo
Sepia
Calamar
Crustáceos

Gamba
Langosta
Cigala
Buey de mar
Nécora
Cangrejo de río
Percebe
Equinodermos

Erizo de mar
¿Cuánto dura la alergia al pescado?
La alergia al pescado puede desaparecer, sobre todo en niños pequeños, pero en general es más persistente que la alergia a la leche o al huevo.
Cuando la alergia al pescado comienza en la edad adulta o en niños mayores, suele persistir muchos años, inclusive durar toda la vida.
Los pacientes alérgicos al pescado deben ser evaluados periódicamente y, cuando se sospeche una posible tolerancia, ésta debe comprobarse siempre mediante pruebas de exposición controlada antes de permitir que el paciente reintroduzca el pescado en su dieta.
¿Qué es el marisco?
Marisco es un término culinario que engloba diferentes animales invertebrados acuáticos comestibles, generalmente marinos. La mayoría de los mariscos pertenecen al grupo de los crustáceos (camarones, langostinos, cangrejos, percebes, etc.) o de los moluscos (mejillones, almejas, berberechos, chipirones, etc.); pero también se incluyen animales de otros grupos, por ejemplo, equinodermos (erizo de mar) (véase tabla 3).
Hay tres tipos de moluscos:
  • Moluscos bivalvos: almeja, berberecho, coquina, mejillón, navaja, ostra, vieira.
  • Moluscos univalvos o gasterópodos: lapa, bígaro, cañadilla.
  • Moluscos cefalópodos: calamar, pota, pulpo, sepia.
El caracol de tierra es un molusco gasterópodo comestible, pero no es un marisco, ya que no es acuático.
¿Qué es la alergia al marisco?
La alergia al marisco es una reacción adversa, inmunológica, mediada por anticuerpos de la clase IgE, similar a la que se ha descrito en el pescado.
Los mariscos, además, pueden producir reacciones por estar contaminados con gérmenes o toxinas. Habitualmente, los responsables son moluscos que se alimentan por filtración, lo que les hace acumular cualquier tóxico que se encuentre en el ambiente. Los gérmenes responsables pueden ser bacterias o virus (Staphylococcus aureus, virus de la hepatitis A, virus entérico). En general, en estos casos, los síntomas predominantes son los gastrointestinales, que aparecen horas después de haber comido el marisco.
La carne del marisco puede acumular toxinas provenientes de las sustancias con las que se ha alimentado, como ocurre cuando ingiere cierto tipo de algas (dinoflagelados). Los síntomas que originan estas toxinas son sobre todo neurológicos, a veces también síntomas gastrointestinales y respiratorios. Los cuadros clínicos más frecuentes son la intoxicación paralítica por mariscos y la intoxicación neurotóxica.
¿Cuáles son los alérgenos del marisco?
La alergia a crustáceos está más extendida y mejor analizada que la alergia a los moluscos. La gamba es el crustáceo más estudiado y el primero en el que se caracterizó su alérgeno principal, una proteína termoestable (resistente al calor) del grupo de las tropomiosinas, que supone el 20% de las proteínas solubles de la gamba; es muy abundante en el líquido de cocción de los crustáceos y puede ser transportada en los vapores de cocción.
Las tropomiosinas forman una familia de proteínas presentes en las células de vertebrados y no vertebrados. Sólo son alergénicas las tropomiosinas de los invertebrados. Se han identificado tropomiosinas alergénicas en los crustáceos y en los moluscos, y también en otros invertebrados no comestibles, como los ácaros del polvo, la mosca de la fruta o las cucarachas, con un importante grado de similitud entre todas ellas. La tropomiosina, como alérgeno común a todos estos animales, es la base de las asociaciones de la alergia a los crustáceos y moluscos entre sí, y con la alergia respiratoria a los ácaros.
Además, se han descrito otras proteínas alergénicas en los crustáceos, algunas específicas de especie. Esto sugiere la posibilidad de sensibilización a un único alérgeno de una sola especie, lo que podría explicar los síntomas intermitentes que algunos pacientes han referido.
¿Es frecuente la alergia al marisco?
La alergia al marisco es más frecuente entre los adultos que en la población infantil, y cuando aparece en la infancia suele ser muy persistente.
La alergia al marisco es común entre las poblaciones que lo consumen habitualmente, como ocurre con las gambas y cangrejos en Estados Unidos; todo tipo de crustáceos, incluido el percebe, y los moluscos en España; orejas de mar en Sudáfrica, y cefalópodos (calamar, pulpo) en Japón.
La manipulación de los mariscos y los pescados puede originar reacciones alérgicas respiratorias y cutáneas. En las últimas décadas ha aumentado el consumo de pescados y mariscos y, de forma paralela, se han incrementado las reacciones alérgicas de origen laboral.
¿Qué síntomas produce la alergia al marisco?
Las manifestaciones clínicas producidas en las reacciones alérgicas por mariscos son similares a las causadas por alergia a otros alimentos. Los síntomas aparecen tras su ingestión y, al igual que con el pescado, pueden sobrevenir simplemente con la inhalación de los vapores de cocción o de las partículas desprendidas durante su manipulación (desconchado, corte, etc.). Los síntomas más frecuentes son los cutáneos, generalmente picor, urticaria (ronchas) y angioedema (hinchazón). También pueden aparecer síntomas digestivos (dolor abdominal, náuseas, vómitos, diarrea) y respiratorios (estornudos, moqueo, asma). Pueden suscitarse reacciones muy graves, con participación de varios órganos (anafilaxia) y riesgo de muerte. Los pacientes asmáticos tienen mayor riesgo de desarrollar reacciones graves.
La situación clínica más habitual es la sensibilización (alergia) simultánea a varios crustáceos y a moluscos, pero caben todas las combinaciones: alergia sólo a crustáceos; crustáceos y todo tipo de moluscos; crustáceos y bivalvos; cefalópodos y bivalvos, etc.
La mayoría de los pacientes alérgicos al marisco está sensibilizada también a los ácaros del polvo.
¿Cómo se diagnostica la alergia al marisco?
La metodología diagnóstica en el estudio de la alergia al marisco es idéntica a la que se sigue con otros alimentos. El diagnóstico se basará en los datos recogidos en la historia clínica y en la demostración de IgE específica. De la misma manera que al estudiar una posible alergia a pescados se buscan anticuerpos IgE para mariscos, si se estudia una posible alergia a marisco también se analizarán los anticuerpos para pescado, ya que ambos alimentos a menudo se consumen al mismo tiempo, y a veces se establece una sospecha errónea.
¿Cómo se trata la alergia al marisco?
La dieta de exclusión del marisco causal es el único tratamiento. En los casos de personas muy sensibles, se deberá evitar también la exposición por inhalación.
La reactividad cruzada entre mariscos es frecuente, pero no es la norma. Las restricciones se realizarán según los resultados de la historia clínica y de las provocaciones específicas para cada marisco. Mientras no se compruebe la tolerancia mediante pruebas de exposición, se recomendará la privación de todos los tipos de marisco.
Se recomienda una atención especial a las comidas fuera de casa, y en particular se deberán evitar los restaurantes especializados en pescados y mariscos.
En caso de reacciones inesperadas, los pacientes seguirán las instrucciones recomendadas por su alergólogo. Llevarán siempre consigo los medicamentos necesarios y habrán recibido las instrucciones necesarias para administrárselos. En el caso de los niños deberá instruirse a las personas encargadas de su cuidado (padres, cuidadores, maestros, etc.).
¿Qué es la alergia al Anisakis simplex?
El Anisakis simplex (A. s.) es un parásito (gusano) que en su forma adulta infecta a mamíferos marinos. En el ciclo vital del A. s., las larvas se desarrollan en diferentes animales marinos. El hombre puede consumir A. s. al ingerir pescados parasitados por las larvas. Hasta el 80% de algunos pescados como la merluza o la bacaladilla pueden estar parasitados.
Las reacciones alérgicas al A. s. (urticaria, angioedema y anafilaxia) se producen al consumir pescados o cefalópodos (pulpo, calamar, etc.) que contienen la larva viva. Cuando estas larvas llegan al estómago se adhieren a sus paredes y segregan unas sustancias que son las que ocasionan la reacción alérgica.
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Hay que evitar el consumo de pescado y cefalópo­dos crudos o semicrudos si previamente no han sido conge­lados. (Créditos, F. 94)
Las reacciones alérgicas al A. s. se producen sólo cuando la larva se ingiere viva y, por lo tanto, podemos prevenirlas matándola antes de ingerir el pescado. Hay dos formas de matar las larvas. La primera es congelar el pescado a –20º, un mínimo de 24 horas, preferiblemente 72 horas; y la segunda, cocinar el alimento a más de 60º durante al menos 10 minutos. Los pescados a la plancha, al horno o guisados en microondas no son seguros, porque en ellos no se alcanza la temperatura suficiente durante el cocinado. Las salazones también pueden acabar con el parásito.
Hay que evitar el consumo de pescado y cefalópodos crudos o semicrudos si previamente no se han congelado. El 1 de diciembre de 2006 se publicó el decreto 1460/2006 que obliga a congelar aquellos pescados que vayan a ser destinados a consumo crudo o semicrudo (boquerón en vinagre, marinados, sushi, sashimi, cebiche, escabeches, ahumados en frío, salazón…). En este libro se dedica un capítulo expresamente a la alergia al Anisakis simplex.
http://www.alergiafbbva.es/alergia-a-los-alimentos/25-alergia-a-pescados-y-mariscos/

Sobre peso y obecidad

http://es.slideshare.net/erickromay3/sobrepeso-y-obesidad-50784817Sobrepeso y Obesidad

¿Cómo identificar y actuar ante una reacción alérgica a algún alimento?

¿Cómo identificar y actuar ante una reacción alérgica a algún alimento?

Si no se responde a tiempo, este tipo de cuadro puede conducir hasta a la muerte. Conoce los síntomas y tratamientos

¿Cómo identificar y actuar ante una reacción alérgica a algún alimento?
La alergia es una realidad que afecta a millones de personas. Los alimentos contienen unas sustancias llamadas alergenos. Son inofensivos, pero el organismo a veces no piensa lo mismo: los considera peligrosos y se defiende. ¿Cómo? Creando anticuerpos que se instalan en la piel, la nariz, los ojos, el pulmón y el sistema digestivo. Si no hay una respuesta rápida y eficaz, la reacción alérgica puede llegar a ser mortal. Descubre aquí cómo identificar y actuar ante este tipo de cuadros.
SÍNTOMAS
Los síntomas de una reacción alérgica son los siguientes, según explica a EFE el alergista Javier Contreras, doctor del Hospital la Paz de Madrid:
Cutáneos: Son los más frecuentes. Picor, abones o inflamación en la piel, en los labios o alrededor de los mismos. En casos más graves, urticaria generalizada o eczemas.
Aparato respiratorio: Inflamación de la nariz, de la garganta o de pulmón (tos, asma).
Sistema digestivo: Náuseas, vómitos, dolores abdominales, diarrea…
Sistema cardiovascular: Mareo, debilidad, palidez o decaimiento. Se puede llegar a perder la consciencia.
Cuando se juntan dos o más síntomas porque hay varios órganos afectados, aparece la reacción alérgica más grave: la anafilaxia. “Si el niño o el adulto tiene picazón en la piel y además le cuesta respirar, se marea o vomita, eso ya se considera una reacción anafiláctica”, advierte el doctor Contreras.
Los alimentos con mayor riesgo de producir anafilaxia son los frutos secos, pescados y mariscos en adultos, y la leche o el huevo en niños. Si no se trata a tiempo y con la medicación adecuada, esta reacción inmunitaria puede causar la muerte. En casos así, el doctor Contreras aconseja utilizar adrenalina: “es un medicamento muy seguro, salva vidas y su efecto suele ser rápido”.
¿CÓMO ACTUAR?
Cuando hemos identificado los primeros síntomas de una reacción alérgica, debemos valorar su nivel de peligro: ¿Puedo respirar bien? ¿Tengo molestias digestivas? ¿Me mareo? ¿Siento que me voy a desmayar? Son señales de que “la reacción es grave o anafiláctica”, afirma el doctor Contreras.
El siguiente paso es elaborar el tratamiento adecuado. ¿Son graves? Si la respuesta es sí, recurriremos a la auto-inyección de adrenalina o nos dirigiremos a un centro de salud. Si la respuesta es no, probablemente baste con medicamentos más suaves que nos hayan recetado, como un antihistamínico.
LOS MÁS COMUNES
Los siete alimentos más comunes en el ranking de alergias son:
Leche
Huevo
Legumbres
Frutas
Frutos secos
Pescados
Mariscos
Se desconocen todas las razones que producen cuadros alérgicos, pero la realidad es que los alérgicos son cada vez más numerosos, sobre todo en países desarrollados. “En las últimas décadas se han duplicado. Cada vez vemos más alergias a alimentos en los niños, y más graves. Antes se decía que el exceso de higiene de Occidente podría ser el responsable, pero no se sabe a ciencia cierta”, apunta también el doctor.
En el campo de la medicina, la aportación más reciente y prometedora se llama desensibilización o inducción de tolerancia oral. Consiste en darle al niño cantidades pequeñas del alimento e ir aumentando la dosis de forma progresiva. El doctor matiza que, “aunque es un proceso largo y duro, los niños que llegan a un buen nivel de tolerancia ya saben que no van a tener sustos con ese alimento, y así mejora su calidad de vida”.

¿Conozco la informacion adecuada?




 Tratamiento de la alergia a alimentos


Dra. Lydia Zapatero Remón
Médico especialista en Alergología. Servicio de Alergia del Hospital Materno-Infantil Gregorio Marañón, Madrid
¿Cuál es la prevalencia de la alergia a alimentos en la actualidad?
La alergia a alimentos es un tema de actualidad en los países occidentales, y, lo mismo que sucede con otras enfermedades alérgicas, su prevalencia parece estar aumentando, de manera que la población general percibe esta patología como un problema de salud importante.
Según estudios recientes, se estima que la alergia a alimentos afecta al 3,5% de la población general, y es mucho más frecuente en los niños, oscilando entre el 7 y el 8%.
En 1992 se realizó en España un estudio epidemiológico multicéntrico denominado Alergológica 92, patrocinado por la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), en el que se registraron datos de más de cuatro mil pacientes que acudían por primera vez al alergólogo. En este estudio se recogió que un 3,6% de los pacientes presentaba sensibilización a algún tipo de alimento. El mismo estudio, repetido unos años más tarde, Alergológica 2005, mostró una prevalencia del 7,4%, es decir, que la alergia a alimentos, en nuestro país, se había duplicado en poco más de una década.
Respecto al tipo de alimentos implicados, los datos varían según el grupo de edad sometido a estudio, el área geográfica y los hábitos alimenticios. En los niños, el huevo y la leche de vaca son los alimentos implicados con mayor frecuencia en todas esas investigaciones, en especial en los menores de 5 años. Ésta disminuye con la edad, lo que refleja el desarrollo de tolerancia a estos alimentos. Aparece también en los dos primeros años de vida la alergia al pescado, que es más persistente y por tanto permanece en niños mayores y en los adultos. La alergia a frutas y frutos secos es más habitual a partir de la adolescencia, y son los alimentos que producen más reacciones alérgicas en la población adulta. Aunque en las consultas de alergia infantil se ha observado, en los últimos años, que la alergia a frutos secos se manifiesta cada vez a edades más tempranas y con clínica grave.
Según el estudio Alergológica 2005, las frutas son el primer alimento causante de alergia en nuestro país, seguido de los frutos secos, los mariscos y los pescados. En Europa, al igual que en España, los principales alimentos son las frutas, aunque éstas varían según los países. En Estados Unidos, los alimentos más frecuentemente implicados en alergias en los adultos son el cacahuete y los frutos secos, pescados y mariscos.
¿Se puede prevenir la alergia a alimentos?
Desde que, en 1936, Grulee y Sanford publicaron en la prestigiosa revista Journal of Pediatrics que las dietas de exclusión (evitar un determinado alimento de la dieta) durante la lactancia podrían prevenir la atopia y la alergia a alimentos, los alergólogos han debatido si este tipo de alergia puede prevenirse.
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Una vez que el diagnóstico de alergia a un alimento ha sido realizado, el tratamiento indicado es la eliminación de dicho alimento de la dieta. (Créditos, F. 107)
La eliminación, por parte de la madre, de los alimentos más alergénicos (los que producen alergia con más frecuencia), como la leche, el huevo y los frutos secos, durante el tercer trimestre del embarazo y la lactancia, y el retraso en la introducción de alimentos de alto riesgo en el niño, se han propuesto como medidas potenciales para evitar la alergia.
Aunque alguna publicación ha evidenciado una menor prevalencia de dermatitis atópica y alergia a la leche de vaca en el grupo de niños cuyas madres realizaron dietas de eliminación, con respecto a un grupo de control, otras investigaciones sugieren que la evitación de los alimentos simplemente pospone el desarrollo de la enfermedad, pero no la evita.
Es cierto que en la pasada década se han recomendado estas dietas de evitación en niños de alto riesgo y, sin embargo, la alergia a alimentos ha aumentado en los países industrializados; de ahí que los consensos internacionales actuales no recomienden intervenciones dietéticas en la madre durante el embarazo, por no haber demostrado efecto sobre la prevención de las enfermedades alérgicas. Podría, además, suponer un déficit nutricional para la madre y el feto.
Actualmente, las únicas recomendaciones con evidencia para ser indicadas son:
  • Lactancia materna en los primeros 4-6 meses de vida.
  • Introducción de sólidos a partir de los 6 meses, de manera progresiva, según las recomendaciones del pediatra.
Hasta que no haya mayores evidencias, los médicos y alergólogos no deberían prescribir dietas estrictas a las madres embarazadas y los lactantes.
¿Cuál es el tratamiento de la alergia a alimentos?
Una vez que el diagnóstico de alergia a un alimento ha sido realizado, el tratamiento indicado es la eliminación de dicho alimento de la dieta.
El paciente y la familia, o los cuidadores en el caso de los niños, deben ser educados en el cumplimiento correcto de la dieta y en cómo evitar la toma inadvertida del alimento, aprendiendo a leer los etiquetados e identificar los ingredientes. Asimismo, es fundamental entrenar, tanto al paciente como a la familia, en el reconocimiento de síntomas ante la ingestión inadvertida del alimento y el tratamiento que deben seguir, sobre todo, los pacientes anafilácticos, es decir, aquellos que presentan síntomas graves.
Es muy importante estar familiarizados con situaciones en las que el alimento puede contaminar a otros a través de utensilios de cocina, batidoras, planchas e incluso aceites. De la misma manera, se deben evitar situaciones de riesgo como bufés, bollería, helados u otros alimentos no etiquetados. Hay que tener presente que las fiestas y reuniones, o aquellas situaciones fuera de lo habitual, son las de mayor peligro.
¿Cuál es el tratamiento ante una reacción alérgica aguda?
La mayoría de las reacciones en los pacientes con alergia a alimentos se producen por la toma inadvertida, y por tanto involuntaria, del alimento. Los síntomas suelen presentarse en pocos minutos y, generalmente, en la primera hora, caracterizados normalmente por prurito oro-faríngeo,
es decir, picor en la boca y en la garganta; aparición de habones (ronchas) que pueden localizarse en cualquier zona de la piel; y, si la reacción es importante, puede surgir una urticaria generalizada, acompañada en ocasiones de inflamación (angioedema), generalmente de labios o párpados. Después de los síntomas cutáneos, suelen desen­cadenarse, por orden de frecuencia, síntomas digestivos, respiratorios y cardiovasculares. Los alimentos son la primera causa de anafilaxia (reacción alérgica grave) y, en ocasiones, pueden producirse reacciones fatales.
TABLA 1. Tratamiento de la alergia a alimentos
1. Eliminación estricta de la dieta del alimento responsable
2. Educación del paciente y su familia sobre las dietas de eliminación
3. Reconocimiento de reacciones alérgicas y su gravedad
4. Tratamiento de los síntomas ante su ingestión accidental
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Todo paciente con historia de anafilaxia debe estar entrenado en
la autoadministración de adrenalina inyectable. (Créditos, F. 108)
Cuando sobreviene una reacción alérgica, si los síntomas son cutáneos, se debe tomar un antihistamínico y ver la evolución. Cuando los síntomas son graves, fundamentalmente si se acompañan de dificultad para tragar o respirar, el tratamiento es la adrenalina.
Todo paciente con historia de anafilaxia debe estar entrenado en la administración de adrenalina autoinyectable y tenerla a mano. En nuestro país, los preparados comerciales disponibles se llaman Altellus® o Jext®, de 0,15 para niños, y de 0,30 para niños mayores y adultos. Es importante saber que, una vez administrada la adrenalina, se debe acudir al servicio de Urgencias más cercano para que el paciente sea evaluado.
La administración de corticoides puede ser necesaria, pero es fundamental tener claro que la medicación urgente en caso de anafilaxia es la adrenalina.
Los pacientes que padecen asma y aquellos con alergia a alimentos asociados a reacciones graves, como cacahuetes, frutos secos, mariscos y pescado, corren mayor riesgo y deben estar instruidos de forma especial en la administración de adrenalina autoinyectable.
Otro grupo de riesgo son los pacientes con alergia persistente a la leche de vaca y al huevo; es decir, aquellos que no han alcanzado tolerancia con el paso de los años. Estos niños-adolescentes suelen presentar una sensibilización importante a tales alimentos, y en muchos casos pueden sufrir reacciones anafilácticas con mínimas cantidades.
¿Existe alguna medicación para prevenir las reacciones?
En los años ochenta-noventa se utilizó un principio activo llamado cromoglicato disódico, cuyo efecto era impedir la liberación de los mediadores responsables de los síntomas alérgicos, y se indicó fundamentalmente para niños con alergia a múltiples alimentos, ya que el riesgo de reacciones en estos pacientes es mayor. Sin embargo, no se obtuvieron los beneficios esperados y tampoco se observó influencia alguna en la evolución más temprana a la tolerancia a los alimentos.
Desde hace unos años, existe en el mercado un anticuerpo monoclonal anti-IgE, llamado omalizumab, pensado para el asma bronquial de causa alérgica. El mecanismo de acción es bloquear la reacción mediada por IgE o inmunoglobulina E (la reacción alérgica más frecuente) y, por tanto, los síntomas de alergia. Debido a que las enfermedades alérgicas se asocian en muchas ocasiones, se ha observado en estos años que los pacientes tratados con omalizumab para su asma mejoraban de su alergia a los alimentos, en el sentido de que eran capaces de tolerar alguna cantidad del alimento al que eran alérgicos, y en ciertos casos conseguían una tolerancia completa. Lo que de momento no conocemos es lo que va a ocurrir al suspender el omalizumab. Son estudios que se están llevando a cabo en la actualidad, sobre todo en niños y adolescentes.
Este tratamiento es inyectado de manera subcutánea y se administra en el hospital cada 2-4 semanas, sin que por el momento se pueda establecer durante cuánto tiempo.
¿Hay vacunas para tratar la alergia a alimentos?
En 1997, el grupo de Nelson, en Pensilvania (Estados Unidos), publicó un trabajo realizado en 12 pacientes con alergia al cacahuete, a los que se administró una vacuna de cacahuete en inyecciones subcutáneas, con concentraciones progresivas del alérgeno, al modo de las vacunas habituales utilizadas en el tratamiento de la alergia a pólenes, ácaros, etc. Algunos de los pacientes lograron aumentar la dosis umbral de tolerancia al cacahuete; sin embargo, dichas vacunas produjeron numerosas reacciones, alguna de ellas graves, de manera que no parecía un tratamiento válido.
Hay también en la literatura médica algunos casos aislados de tratamiento con vacunas parenterales (pinchadas) con otros alimentos como bacalao, en que también se consiguió aumentar la dosis umbral, pero no la tolerancia completa del alimento.
En los últimos años se han ensayado vacunas sublinguales con menores efectos adversos y mejores resultados. El grupo de la Dra. Tabar, de Pamplona, ha publicado un estudio con extracto de melocotón; y el grupo del Dr. Enrique, de Castellón, con un extracto de avellana. En ambos estudios consiguen aumentar la dosis umbral de tolerancia, y por tanto disminuir el riesgo de reacciones, pero no parece que se haya conseguido la tolerancia completa del alimento. Aunque estos estudios parecen prometedores, son necesarios más ensayos clínicos antes de ser considerados como un posible tratamiento en la clínica diaria.
¿Qué es la inducción oral de tolerancia o desensibilización con alimentos?
Habitualmente, la alergia a alimentos como la leche y el huevo en la infancia cuenta con un buen pronóstico, y si se realiza una dieta correcta, se consigue la tolerancia en un tiempo que suele oscilar entre 2 y 5 años. Pero en un 10-15% aproximadamente de los pacientes, la alergia no se supera y son diagnosticados de alergia persistente.
En estos pacientes se ha visto necesario realizar algún tratamiento que modificara el curso de la enfermedad, ya que la completa evitación de alimentos como la leche y el huevo es difícil de llevar a cabo, y los accidentes que pueden ocurrir por tomas inadvertidas, en muchos casos, producen síntomas graves.
Desde hace más de una década se han publicado en la literatura médica diversos trabajos de desensibilización con alimentos fundamentalmente con leche, pero es menor la experiencia con huevo y puntual con otros alimentos.
El tratamiento de desensibilización o inducción oral de tolerancia consiste en la administración oral de pequeñas cantidades progresivamente crecientes del alimento al que el paciente es alérgico, de manera pautada, hasta alcanzar la tolerancia de una cantidad adecuada para la edad del niño. Se considera, entonces, que el paciente ha conseguido la tolerancia y puede introducir el alimento en la dieta con normalidad.
El éxito de este tratamiento con leche o huevo oscila entre el 70-90%, dependiendo de los grupos, y sobre todo del tipo de pacientes. Es importante señalar que, aunque el objetivo es alcanzar la tolerancia completa del alimento, se pueden considerar beneficiosos la tolerancia parcial o el aumento de la dosis umbral, ya que en estos pacientes disminuye el riesgo de reacciones graves con ingestas accidentales.
En el Hospital Materno-Infantil Gregorio Marañón se inició este tratamiento a finales del año 2004. Hasta el momento se ha aplicado en 110 pacientes alérgicos a la leche y en 55 con alergia al huevo. Han conseguido la tolerancia del alimento el 92% en el caso de la leche, y en el 94,5% en el caso del huevo. El tiempo medio de duración del tratamiento fue de 17 semanas para la leche y 11 semanas para el huevo.
¿La alergia a alimentos puede conllevar problemas nutricionales?
Es importante señalar la diferencia entre niños y adultos, y dentro de la edad infantil, si se trata de lactantes o de niños más mayores. También hay una gran diferencia entre los pacientes con alergia a un grupo de alimentos, y aquellos con alergia a múltiples alimentos.
En los adultos no suele haber problemas de nutrición, en la mayoría de los casos, ya que su desarrollo físico se completó hace tiempo y, además, suelen presentar alergia a un grupo restringido de alimentos (frutos secos, marisco, pescado, etc.), cuya eliminación de la dieta no conlleva habitualmente déficits nutricionales.
En cuanto a los niños, sobre todo si padecen alergia a múltiples alimentos, la situación es más complicada, ya que la dieta será difícil de llevar a cabo y es necesario mantener un desarrollo pondero-estatural adecuado (es decir, de peso y talla).
En los lactantes con alergia a la leche de vaca no hay ningún problema, ya que se encuentran en el mercado fórmulas hidrolizadas o fórmulas de soja con el aporte nutritivo adecuado para su correcto desarrollo. Ser alérgico al huevo y retirar este alimento de la dieta no conlleva tampoco problemas nutricionales.
La dificultad surge cuando el paciente es alérgico a múltiples alimentos como leche de vaca, huevo, pescado, legumbres; en estos pacientes la realización de una dieta correcta es difícil y debe existir una coordinación entre el pediatra y el alergólogo, y sería deseable el consejo de un especialista en nutrición.
Las asociaciones de pacientes cumplen en este campo una importante función, ya que ofrecen a las familias de pacientes alérgicos información y recetas alternativas que ayuden a que la dieta del paciente con alergia a múltiples alimentos pueda ser variada y lo más completa posible.
Si un paciente es alérgico a un alimento, ¿debe evitar todos los del mismo grupo o de la misma familia botánica?
Las tendencias han cambiado en la última década, y en la actualidad se procura no indicar dietas de exclusión amplias sin comprobar previamente que un alimento es responsable de la clínica. No obstante, también depende del grupo de alimentos.
En el caso de las frutas, la alergia más frecuente es al grupo de las rosáceas (manzana, pera, melocotón, ciruela, cereza, etc.), pero lo habitual es tener alergia a una o dos y tolerar las demás; por ello sólo se indicará eliminar la fruta que produce sintomatología.
En el caso de las legumbres, las más alergénicas son lenteja, garbanzo y guisante, y generalmente se toleran las judías blancas y pintas. Pero también se puede ser alérgico sólo a lentejas y tolerar el resto de legumbres, por lo que es importante, como se comentaba anteriormente, comprobar la alergia clínica en la consulta del especialista.
En el caso de los frutos secos, se puede sufrir alergia a alguno o a varios y, como en el caso de las legumbres, se debe comprobar con pruebas de exposición (pruebas de provocación/tolerancia), salvo en los casos de síntomas claros y en los de anafilaxia.
En los niños es muy importante el factor educativo si queremos que sigan correctamente una dieta. La alergia a frutos secos está apareciendo cada vez a edades más tempranas, cuando los niños no son capaces de distinguir entre una avellana y un cacahuete; por ello, se debe actuar con prudencia, y hasta una edad que puede ser alrededor de los 6 años, según la capacidad del niño, se deben evitar todos los frutos secos; posteriormente, se realizarán pruebas de tolerancia para especificar los que puede o no puede comer.
¿Cuál es el futuro de la alergia a alimentos?
Dada la alta prevalencia de la alergia a alimentos en el momento actual, hay numerosas líneas de investigación abiertas en este campo:
  • Alimentos hipoalergénicos. Son alimentos en los que se reduce su capacidad alergénica por medio de intervenciones físicas o químicas, y por tanto, el riesgo de producir reacciones en los pacientes alérgicos. También puede conseguirse mediante modificaciones genéticas.
  • Inmunoterapia. Además de lo comentado anteriormente, actualmente parece que las investigaciones se dirigen sobre todo a vacunas sublinguales, ya que ocasionan menor número de reacciones adversas. De la misma manera, se están desarrollando estudios en la alergia a vegetales (frutas, hortalizas) con objeto de poder modificarla a través de vacunas de pólenes o de alguno de sus componentes.
  • Probióticos. Son suplementos microbacterianos vivos con efectos beneficiosos para la salud. Los más frecuentemente utilizados son los lactobacilos y las bifidobacterias, que son componentes normales de la microflora intestinal del hombre.
Aunque no se conoce el mecanismo de acción por el que los probióticos ejercen su actividad antialérgica en los humanos, hay estudios experimentales en modelos animales que informan que pueden mejorar o disminuir la alergia a un determinado alimento; y podría ser que el suplemento de los alimentos con probióticos fuera útil en el tratamiento de la alergia a alimentos.



http://www.alergiafbbva.es/alergia-a-los-alimentos/29-tratamiento-de-la-alergia-a-alimentos/

viernes, 22 de abril de 2016

¿Que mitos conoces?



¿QUÉ MITOS CONOCES?

Mito sobre saltarse comidas.


Ya son muchas las personas a las que he escuchado decir que saltándose una comida han logrado bajar de peso, pues mientras menos alimento consuma menos engorda.
Ciertamente este es un mito muy peligroso ya que no solamente se priva al cuerpo de los nutrientes que necesita, si no que  además, pueda llevar a una enfermedad o tipo de trastorno alimenticio. Debe de ingerirse cinco comidas diarias, tres comidas y dos refrigerios ya que el organismo necesita estar en acción, mientras menos se come se vuelve lento el metabolismo.
Además se tiene un gasto energético diario y se debe consumir los nutrientes necesarios para tener un desarrollo optimo a lo largo del día.
El saltarse comidas para bajar de peso es totalmente un mito y un mito muy peligroso y además, después de unos días vuelve a tener el mismo peso o incluso se tiende a ganar mas peso.

martes, 19 de abril de 2016

Reflexion bloque 3



Reflexión de bloque 3


Cada vez estoy mas impactada con todo los conocimientitos adquiridos.
En este bloque aprendí sobre la importancia de la alimentación en los centros escolares, los niños desde pequeños deben tener conocimiento de lo que comen, además de que cada comida debe aportar los suficientes nutrientes para los estudiantes. Poder contabilizar cada ración de alimento del menú escolar fue una actividad que me ayudo a pensar que en mi niñez esto no fue como hoy en día se realiza en los centros escolares.
La actividad para conocer mi gasto energético total diario fue impactante para mi ya que encontré un fallo entre mi Gasto Energético Total Diario pues esta por debajo de mi ingesta energéticas recomendada. Además si agrego mi estilo de vida actual muy sedentario.
Definitivamente me e dado cuenta de lo importante que es ir al gimnasio, tener actividad física, ya que mi trabajo paso muchas horas sentada conversando con papas y estudiantes o detrás de una computadora.
Para mi ha sido un Excelente bloque en cuanto a aprendizaje

Gasto Energetico total diario


 Este es mi enlace de la tarea gasto energetico total diario:



https://prezi.com/al88l-uqhop1/tipo-de-actividad-gasto-energetico/

jueves, 7 de abril de 2016

TALLER DE COEVALUACIÓN: TU MENÚ ESCOLAR




TALLER DE COEVALUACIÓN: TU MENÚ ESCOLAR
Grupos de alimentos y alimentos
Frecuencias
Recomendadas*
Frecuencias menú evaluado
Dentro de las recomendaciones
Superior a las recomendaciones
Inferior a las recomendaciones
Fruta
4-5 ración/semana
4 raciones por semana
x


Verduras y hortalizas
1 vez/ día
1 vez por día
x


Pan
1 ración/día
1 ración diaria
x


Patatas, pasta, arroz, legumbres, maíz,
1 vez/ día
1 vez por día.

x


Carnes y derivados
5-8 raciones/mes
5 raciones por semana
x


Pescados, moluscos y crustáceos
5-8 raciones/mes
5 raciones por mes

x


Huevos
4-7 raciones/mes
No aparece en el menú


x
Lácteos
Complemento
4 raciones por mes
x


Agua
Diaria
No aparece en el menú


                         x
* 1 mes =20 días lectivo
Fuente: Adaptado de Guía Comedores Escolares. Programa Perseo. 2008.
                              Cena complementaria del día martes 5
Primer plato
Segundo plato
Guarnición
Postre
Bebida
Pan integral
Ensalada fresca
Filete de Pollo a la parrilla
Puré de patata
Sandia
Lácteo
Pan integral
Ensalada de pasta
Lomo  de cerdo asado
Puré de verduras
Fresas
Lácteo
Pan integral